
Contar calorías es una de las estrategias más conocidas dentro del mundo de la nutrición. Pero también una de las más malinterpretadas. Hay quien lo ve como una herramienta útil, quien lo rechaza de plano y quien se pierde en los extremos.
La pregunta clave no es si es bueno o malo contar calorías, sino:
¿Para quién es útil esta herramienta y en qué momento?
⚖️ Contar calorías: ¿qué significa realmente?
Antes de entrar en quién debe hacerlo, es importante entender de qué hablamos.
- No se trata solo de sumar números, sino de ser consciente de cuánto estás comiendo.
- Es una forma de tener control sobre tu ingesta energética, al igual que mirar cuánto dinero gastas si quieres ahorrar.
- También te permite saber con claridad cuánto necesitas de cada macronutriente (proteínas, grasas, carbohidratos) en función de tu objetivo. Esto es clave si, por ejemplo, quieres ganar músculo sin pasarte de grasa, o perder grasa manteniendo la masa muscular.
- No implica obsesión, pero sí un grado de atención más alto que comer “a ojo”.
🎯 ¿Quién debería contar calorías?
Contar calorías no es para todo el mundo, pero sí puede ser muy útil en ciertos perfiles:
- Personas con un objetivo físico claro y con plazos definidos, como perder grasa, aumentar masa muscular o preparar una puesta a punto.
- Personas que ya tienen experiencia entrenando y comiendo bien, pero que quieren afinar resultados.
- Personas que han probado otros métodos (como comer por sensaciones o usar la mano como referencia) y no han conseguido progresar.
- Personas con tendencia a subestimar o sobreestimar lo que comen, algo muy habitual. El conteo ayuda a aterrizar en la realidad.
- Clientes que necesitan educarse sobre el valor energético de los alimentos. Contar durante un tiempo puede ser una escuela brutal si se hace con acompañamiento.
🚫 ¿Quién NO debería contar calorías?
En cambio, hay situaciones donde no es recomendable usar esta herramienta (al menos de momento):
- Personas con una relación difícil con la comida, con antecedentes de ansiedad, culpa o trastornos de la conducta alimentaria.
- Personas que apenas están empezando a cuidarse, y que necesitan construir hábitos básicos antes de pasar a herramientas más avanzadas.
- Personas que ya están obteniendo buenos resultados sin contar, y que no necesitan más control por ahora.
- Perfiles muy mentales o perfeccionistas, que tienden a volverse rígidos o a frustrarse si los números no salen perfectos.
🧠 Entonces… ¿es contar calorías algo bueno o malo?
La herramienta no es ni buena ni mala.
Todo depende del contexto, del momento y de la persona.
- Es buena si te ayuda a entender tu alimentación, mejorar tu adherencia y alcanzar tus objetivos.
- Es mala si te genera ansiedad, te obsesiona o interfiere con tu bienestar general.
- Es útil si la ves como algo temporal o educativo, no como un castigo o una obligación.
🧩 ¿Cómo lo usamos en TheTeam?
En TheTeam, contar calorías no es el punto de partida, pero sí una opción que usamos cuando tiene sentido.
Muchos clientes comienzan con estrategias más visuales o prácticas (método del plato, porciones con la mano, listas de intercambios…) y solo pasamos al conteo si:
- El objetivo lo requiere (como una puesta a punto o una recomposición corporal ajustada).
- El cliente quiere aprender y está dispuesto a invertir tiempo y atención.
- Ya existe una buena base de hábitos y una relación saludable con la comida.
Nuestro enfoque es claro: contar calorías puede ser un recurso potente, pero no es obligatorio para todo el mundo.
✅ En resumen
Contar calorías puede ayudarte a:
- Aprender a comer mejor
- Ser más consciente de tus decisiones
- Ajustar tu consumo de macronutrientes según tu objetivo
- Alcanzar ciertos objetivos físicos de forma más precisa
Pero no es necesario para todos, ni en todos los momentos.
Como cualquier herramienta, debe usarse con inteligencia, con apoyo y, sobre todo, sabiendo que no es el fin… sino el medio.